En nuestro elenco siempre reina la alegría, la amistad, la ayuda mutua y el respeto.
Observo regocijada cuando interpretan una y otra coreografía de danza; momentos que me hacen muy feliz. Estos niños niños llevarán a través de toda su vida ese ardiente amor al ballet, y no solo a éste, sino al arte en general; si esto sucede con mi tarea, mi meta estará cumplida.
Yo quiero mucho a mis alumnos, en ellos veo el fruto de mi trabajo y son parte de mi corazón.
Desde lo más profundo de mi ser agradezco a los padres y apoderados, en especial a don Luis Flores, del Sindicato de Estibadores de Iquique por el apoyo y ayuda incondicional a mi trabajo, a nuestro trabajo mejor decir, porque juntos con gran esfuerzo ayudamos al crecimiento y desarrollo del ballet clásico en particular y la cultura en general.
Tatiana Spiridonova